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Decisiones arbitrales empresariales tienen 95% de efectividad

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El arbitraje es un mecanismo alternativo de resolución de conflictos cuya efectividad está garantizada en la forma en que se desarrolla el proceso, lo que brinda garantías en cuanto a celeridad, costos menores a la justicia ordinaria y flexibilidad en los procedimientos.

El abogado Pedro Rengel, quien forma parte de la lista de árbitros del Centro Empresarial de Conciliación y Arbitraje (CEDCA), señaló que una de las ventajas de esta forma de dirimir diferencias, es que los laudos emitidos por los tribunales arbitrales –constituidos por  1 o 3 miembros, según el caso-, “son definitivos y no son revisables por otras instancias como los juzgados ordinarios”.

“La mayoría de los laudos prevalecen, pues cuando se producen anulaciones parciales se debe a cuestiones de forma o procedimiento (violación del debido proceso o control de pruebas, etc.) y no a cuestiones de contenido. Y aún en esos casos se produce un nuevo arbitraje para tratar sólo el tema puntual que originó la impugnación”, manifestó.

Explicó que la experiencia en Venezuela es muy positiva a favor de los laudos, pues las anulaciones afectan a menos del 5% de las decisiones arbitrales según los datos recopilados por el CEDCA.

Un proceso rápido

El especialista en Derecho Tributario y Mercantil aseveró que otro elemento que respalda la efectividad del arbitraje es la celeridad. “Las personas acuden a esta alternativa porque tienen la certeza de que su caso va a ser decidido de forma rápida y que se producirá una  pronta resolución”.

Recordó que los casos resueltos en el CEDCA rondan un promedio de entre 8 y 9 meses para que se produzca un laudo. “El promedio nunca supera un año lo cual es una enorme diferencia respecto a los tribunales ordinarios”, acotó.

Rengel indicó que otro gran beneficio que avala la efectividad del arbitraje son los bajos costos en relación con la justicia ordinaria. “Un caso en tribunales regulares puede significar que una empresa tenga que pagar varios años de honorarios a abogados, debido a que no se sabe cuánto tiempo puede durar un proceso legal”, expresó.

Recordó que el reglamento del CEDCA establece que antes de iniciar un arbitraje se define el tiempo máximo que durará el proceso. “Los costos son menores y la conclusión del caso está garantizada”, afirmó.

El jurista también destacó que esta modalidad de resolver conflictos permite que las partes en disputa decidan quienes son los árbitros. “Se pueden escoger a los especialistas más capaces, estudiosos en la materia del caso. Por el contrario, un juez no siempre tiene la especialización que el caso requiere y la justicia ordinaria no permite que se elija a quien llevará la disputa”, comentó.

Indicó que otro beneficio de este mecanismo de resolver diferencias es la flexibilidad del procedimiento. “Las partes pueden llegar a acuerdos con plazos, y la forma de actuar del tribunal arbitral es moldeable a conveniencia de las partes”.

Rengel explicó que el CEDCA es una institución que promueve con rapidez, equilibrio y rentabilidad económica la conciliación y el arbitraje, como un medio alternativo para la resolución de conflictos y controversias. “Es un centro eficiente, que cuenta con una infraestructura óptima, personal calificado y cuenta con listas de árbitros que son las personas más capacitadas en las materias que atienden”.