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La nueva era industrial verde

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Flavio Borquez Tarff

Por Flavio Borquez Tarff

En medio de la creciente crisis energética y alimentaria, la incertidumbre de las perspectivas económicas mundiales y el aumento del impacto del cambio climático, hoy las Naciones Unidas han dicho que es necesaria una transformación industrial sostenible para reducir la brecha de desarrollo abierta entre los distintos países, cumplir los objetivos climáticos y lograr los objetivos de desarrollo sostenible.

El Informe de Financiamiento para el Desarrollo Sostenible 2023: El Financiamiento de las Transformaciones Sostenibles, afirma que se necesitan inversiones urgentes y masivas para acelerar las transformaciones, lo que incluye el suministro eléctrico, la industria, la agricultura y los edificios.

«Sin los medios necesarios para invertir en desarrollo sostenible y transformar sus sistemas energéticos y de alimentación, los países en vías de desarrollo se están quedando atrás», ha dicho el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, en el prólogo de este informe. «Un mundo dual dividido entre los que tienen y los que no tienen constituye un peligro claro y obvio para cualquier país. Necesitamos restablecer urgentemente la cooperación mundial y encontrar soluciones a la crisis actual actuando de forma multilateral».

Por Flavio Borquez Tarff

De acuerdo con el informe, algunos de los cambios necesarios ya se están llevando a cabo. La crisis energética provocada por la Guerra de Ucrania ha estimulado la inversión para la transición energética mundial, que en 2022 alcanzó la cifra récord de 1,1 billones de dólares. Las inversiones para la transición energética superaron las de los sistemas de combustibles fósiles por primera vez en 2022, pero casi todas ellas tuvieron lugar en China y en los países desarrollados.

El Informe de Financiamiento para el Desarrollo Sostenible 2023 pone de manifiesto que la mayoría de los países en vías de desarrollo no tienen recursos para invertir, a diferencia de sus homólogos, los países desarrollados. El cambio climático, la invasión rusa de Ucrania, la pandemia de COVID-19 y los pagos de deuda hasta dos veces superiores a 2019 se han aliado para ejercer la máxima presión fiscal en la mayoría de los países en vías de desarrollo. Esto limita su capacidad de invertir en transformación sostenible.

En los países desarrollados en 2020 y 2021, por ejemplo, el gasto de recuperación pos-pandémico fue de 12 200 dólares per cápita. Este fue 30 veces superior al de los países en vías de desarrollo (410 USD) y 610 veces superior al de los países menos desarrollados (20 USD).

«Si no proporcionamos un sistema financiero internacional reformado al tiempo que se escalan las inversiones en los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), no cumpliremos con el compromiso compartido de la Agenda 2030 de desarrollo sostenible», ha dicho la vicesecretaria general de Naciones Unidas, Amina Mohammed. «La buena noticia es que sabemos qué hacer y cómo hacerlo. Desde la puesta en marcha de transformaciones críticas a nivel de energía, alimentación y educación hasta el comienzo de una nueva era industrial verde y digital, todos debemos acelerar el paso sin dejar a nadie atrás».

El Informe de Financiamiento para el Desarrollo Sostenible 2023 señala que la industrialización ha sido históricamente una fuente de progreso, crecimiento económico, creación de empleo, desarrollo tecnológico y reducción de la pobreza. El informe reclama una nueva generación de políticas industriales sostenibles, respaldadas por una planificación nacional integrada, para escalar las inversiones y sentar las bases de las transformaciones necesarias. En la industria agrícola, la de la energía verde y la fabricación existen muchas oportunidades para un crecimiento inclusivo.

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La reciente y rápida aceptación de la tecnología apunta a la posibilidad de una transición igualmente rápida hacia un crecimiento y una industrialización sostenibles. Entre 2021 y 2022, más de 338 millones de personas utilizaron Internet con regularidad, lo cual supone un incremento aproximado de 38 600 personas más cada hora. Además, en las regiones con servicios relacionados de alta calidad, el 44 por ciento de las empresas son exportadoras, a diferencia del 19 por ciento en aquellos en los que los servicios de Internet son más deficientes.

Sin embargo, la capacidad de fabricación sigue siendo desigual. En los países menos desarrollados de África, el valor añadido de fabricación, en lugar de doblarse de acuerdo con el objetivo 9.2 de los ODS, cayó de alrededor del 10 % del PIB en 2000 al 9 % en 2021. Se precisarán políticas específicas orientadas a desarrollar la capacidad productiva nacional para lograr transiciones bajas en carbono, crear trabajos dignos e impulsar el crecimiento económico al tiempo que se garantiza la igualdad de género.

Para proporcionar los recursos necesarios para esta transformación, el Informe de Financiamiento para el Desarrollo Sostenible 2023 exige una combinación de fortalecimiento de los sistemas tributarios, activación y catalización de la inversión privada y ampliación de la inversión pública internacional y la cooperación para el desarrollo. Los cambios de la arquitectura financiera internacional también son necesarios para conseguir recursos suficientes.

El informe indica que, en la actualidad, el sistema internacional está experimentando el mayor replanteamiento a nivel de finanzas internacionales, sistemas monetarios, comerciales y tributarios desde la Conferencia de Bretton Woods en 1944. Dado que las instituciones internacionales trabajan para adaptarse a las necesidades rápidamente cambiantes de los países, el informe advierte de que si las reformas son parciales, incompletas o no tienen en cuenta los ODS, no se podrá alcanzar el desarrollo sostenible.

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Una arquitectura financiera internacional eficaz y reformada que proporcione una transformación sostenible debe incluir esquemas revisados para:

  • las normas tributarias internacionales, que incluyan reglas de tributación para los negocios globalizados y digitalizados que satisfagan las necesidades de los países en vías de desarrollo;
  • los marcos normativos y regulatorios que mejor aúnan la rentabilidad del sector privado con la sostenibilidad;
  • la evolución de la escala y la misión del sistema bancario de desarrollo;
  • un fondo de pérdidas y daños del cambio climático, que debe ponerse en marcha rápidamente;
  • el alivio de la deuda y la importante mejora de la arquitectura internacional de resolución de la deuda, dado que el 60 % de los países con bajos ingresos se encuentra en situación de sobreendeudamiento o corre el riesgo de sufrirlo;
  • las normas de comercio multilaterales para revisar el enfoque y resolver las actuales tensiones existentes en relación a las subvenciones verdes.

«Tenemos las soluciones para evitar una división del desarrollo sostenible duradero y prevenir la pérdida de una década de desarrollo», así lo ha manifestado el secretario general adjunto de Naciones Unidas, Li Junhua, jefe del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, encargado de la elaboración del informe interinstitucional. «Debemos encontrar la voluntad política necesaria para superar las crecientes

tensiones políticas, la ruptura de las alianzas entre países y la preocupante tendencia hacia el nacionalismo y aprovechar el momento actual para invertir con urgencia en nuestro futuro común».

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