Asegurar el acompañamiento al adulto mayor es fundamental para mitigar la sensación de soledad, lo que a su vez repercute positivamente en síntomas de tristeza o más aun, episodios depresivos ya instaurados.
Así lo expresó Érika Pazmiño Peruzza, especialista en Clínica Mental y Neuropsicología, quien además es psicóloga del Centro de Atención Integral del Adulto Mayor Hogar la Ponderosa, ubicado en Caracas, donde se atienden personas de la tercera edad con enfermedades neurodegenerativas que crean dependencia, como lo es la enfermedad de Alzheimer, el Parkinson, la enfermedad de Huntington y los trastornos neurocognitivos asociados a enfermedades vasculares, entre otros.
“Son muchas las investigaciones realizadas hasta el momento que confirman que el acompañamiento y socialización alargan la vida y el bienestar del adulto mayor. En compañía se estimula la socialización, el lenguaje, la posibilidad de empatizar con otros, mejora la sensación de utilidad y percepción de sentirse capacitados a la hora de resolver problemáticas cotidianas en comunidad, eso se va a traducir, en una mejor sensación de bienestar y salud global”.
Explica que en el caso del adulto mayor, éstos sufren las pérdidas, no solo de seres queridos por muerte o distanciamiento, sino por las capacidades que se van deteriorando poco a poco.
Calidad de vida del adulto mayor en Hogar La Ponderosa
Pazmiño indica que son muchos los estudios que validan los beneficios de tener un adulto mayor en un centro de atención como Hogar La Ponderosa.
“Son pocos los estudios realizados en el país, pero en otros cercanos, en vías de desarrollo y más aún en países desarrollados, donde además son los adultos mayores la población con mayor número de habitantes, existe numerosa bibliografía al respecto, como por ejemplo el estudio realizado por Arteaga Bazurto, en el año 2016, sobre la Percepción del adulto mayor respecto a los beneficios de las actividades recreativas en el hogar corazón de Jesús de la Ciudad de Guayaquil”.
“En el caso de Venezuela tenemos una investigación de Bravo, M., y Lamus sobre la Atención integral al adulto mayor en Venezuela: un proceso de reflexión desde su recorrido institucional-legal”, añade.
La bibliografía española también aborda en detalle temas como la soledad en las personas mayores, efectos del aislamiento y la soledad, y acciones que pueden desarrollar los equipos de atención primaria.
Explica que en el Hogar La Ponderosa, saben bien que ésta etapa de la vida suele estar matizada por soledad y tristezas, de allí que estimulen la socialización con sus pares. “Esto favorecerá más rápidamente la empatía y la forma de verse a sí mismo y al mundo, potenciando una mejor forma de gestionar las propias sensaciones y emociones”, subraya Pazmiño.
“Los beneficios aportados al adulto mayor visitante o residente de Hogar La Ponderosa, se observa a simple vista cuando los familiares pueden compartir con su ser querido. En el caso de asistir al Day Care, que brinda asistencia y cuidados por horas del día, los familiares notan el entusiasmo que tienen en volver al día siguiente, o sencillamente en no querer salir del Hogar La Ponderosa. Pero, también se puede observar mayor estabilidad en el ánimo y mayor orientación global”.
Pazmiño indica que tanto a los adultos mayores con dependencia que ingresan por Day Care o aquellos que son huéspedes permanentes, reciben una evaluación neuropsicológica inicial y transcurrido un tiempo razonable (de 6 a 12 meses) se les repite la valoración.
“Dependiendo de la evolución del cuadro, se plantea una re-evaluación. Esta es la forma objetiva de conocer la evolución del deterioro propio de la condición que presente el adulto mayor, de forma que pueda demostrarse a través de la valoración, con pruebas estandarizadas los alcances de la intervención realizada en Hogar La Ponderosa, no solo a nivel cognitivo, sino también emocional”.
Por su parte Katherine Vergara, neuropsicóloga de Hogar La Ponderosa manifestó que es poco probable que los adultos mayores al estar en el Hogar La Ponderosa se sientan solos. “Aquí socializan con sus pares, se mantienen entretenidos con actividades recreativas que los estimulan neurológicamente o cognitivamente y reciben rehabilitación física.
Destaca que “están además con una atención personalizada y con un equipo de profesionales que saben qué hacer en casos de algún episodio propio de su condición”.
“Recordemos que no son adultos sanos, ellos requieren cuidados especializados y aquí eso es una gran ventaja porque tenemos a ese personal formado para tal fin”, puntualiza Vergara.