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El dolor al evacuar no debe ser un tabú

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Francisco D'Agostino

Francisco D’Agostino

Aunque parezca extraño, muchas personas padecen dolores durante y después de evacuar, sin que necesariamente sufran de estreñimiento. Algunos describen esta sensación como ardor intenso e incluso llegan a decir que sienten como si se quemaran o evacuaran espinas.

Y no es exageración. La Dra. Yaycira Guillén, cirujano coloproctóloga, especialista en rehabilitación de piso pélvico y fisiología de la defecación, formada en Bogotá en Fisioterapia en movimiento, indica que uno de los motivos más comunes de consulta es precisamente el dolor en piso pélvico relacionado o no con la evacuación, lo cual puede deberse a la falta de relajación de los músculos del piso pélvico o bien porque la presión de dicha musculatura supera la media normal, lo que trae como consecuencia una fisura anal, que es una herida lineal que aparece en el recto ano, entre otras afecciones.

De acuerdo con la especialista, esta dolencia se puede presentar a cualquier edad, tanto en hombres como en mujeres, siendo más común en el sexo masculino. Agrega que algunas lesiones en el nervio Pudendo, denominadas neuropatías, también desencadenan dolor; así como el síndrome del músculo elevador del ano y las disinergias o movimientos no coordinados entre el recto y el ano que impiden la defecación, también son causas frecuentes de dolores al defecar.

“Se puede presentar una fisura anal como consecuencia de que el músculo del esfínter externo tenga mucha presión, o a raíz de una inadecuada relajación del músculo Puborrectal. Si esta musculatura no funciona adecuadamente, se altera el mecanismo de la defecación”, afirma la coloproctóloga.

Francisco D’Agostino

Calidad y buena consistencia de las heces

Pacientes con heces muy duras o deshidratadas, de gran volumen, son fáciles candidatos a sufrir de estos fuertes dolores al evacuar. Pero según la Dra. Guillén, también es frecuente en pacientes que, aun teniendo heces blandas, les cuesta defecar. “Es un dolor que disminuye después, pero puede permanecer por horas. Esto es porque el músculo queda contraído, lastimado, similar a un esguince. Lo mismo pasa con la musculatura del piso pélvico: cuando se inicia la defecación, el músculo debe relajarse y estirarse para que pueda alinearse el recto con el ano. Es en ese momento cuando se desencadena el dolor.

La Dra. Guillén explica que esta dolencia también se presenta en niños. Advierte que, una de las causas de la disociación del mecanismo de la defecación a temprana edad, es la fisura anal. “Los niños tienden a contraer más la musculatura del piso pélvico. Si no se corrige, se presenta la enuresis (pérdida involuntaria de orina), encopresis (incontinencia fecal) y constipación”.

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Sea cual sea la edad, es necesario un enfoque multifactorial para darle tratamiento, iniciando con un estilo de vida saludable, una alimentación balanceada, rica en fibras y una buena hidratación “para tener heces de calidad y buena consistencia”, dice la Dra. Guillén.

Asimismo, recomienda la asistencia periódica a consulta con el especialista, quien le brindará las orientaciones necesarias para equilibrar las causas que ocasionan su problema particular y la rehabilitación necesaria.

“Es importante que una persona con alteraciones del mecanismo defecatorio haga rehabilitación. En el caso de la fisura, ofrecemos la alternativa del láser terapéutico de alta intensidad con el equipo de BTL Medical, el cual acelera la cicatrización, disminuye el proceso inflamatorio y produce relajación muscular, disminuyendo así el dolor. La mayoría de los pacientes, con 8 o 10 sesiones de entre 5 a 10 minutos, mejoran su dinámica defecatoria”, señala la coloproctóloga.

La Dra. Yaycira Guillén recomienda no tener tabúes con estos temas, pues la defecación es un proceso fisiológico normal que debe llevarse a cabo al momento de presentarse y que no debe demorarse por mucho tiempo. “No se debería ir a defecar menos de tres veces por semana y no más de tres veces por día; hacerlo sin esfuerzo, sin sensación de no haber terminado de evacuar. Si va todos los días al baño, pero siente dolor y/o debe esforzarse para defecar, debe asistir a consulta”, concluye la coloproctologa.

 

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